El cáncer llega a mi vida y a mi familia en el año 2013, cuando a mi madre, la persona que más amaba hasta ese momento, fue diagnosticada con un cáncer de hígado, en fase terminal. Ya han pasado 10 años desde ese momento y han sido muchas cosas que he aprendido de esta enfermedad.

Soy Juliana Sierra, médica y fundadora de la Clínica Oxivida y en este mes, quiero hablarles un poco acerca del cáncer en general y por supuesto del cáncer de mama; voy a compartirles cual es mi experiencia con esta enfermedad.

Empecemos por el principio. El cáncer es una deformidad de nuestras propias células, en donde hay un crecimiento anormal y acelerado de un grupo específico celular, dependiendo del grupo que se afecte se le pone el “apellido”: de mama, hígado, páncreas, entre otros. Cuando esto pasa, la dinámica corporal se invierte y todo empieza a funcionar en pro del cáncer más que en pro de nuestro adecuado funcionamiento.

¿Por qué nos da cáncer?

Esta es una enfermedad multifactorial, es decir en el mismo momento y en el mismo lugar se encuentran varias disfunciones; en mi concepto, la disfunción central y tal vez la más importante, es la deficiencia de oxígeno dentro de nuestras mitocondrias, lo que genera un esfuerzo adicional de nuestras células para mantener la vida, lo que a largo plazo, significa inflamación crónica y degeneración.

El cáncer de mama es este fenómeno localizado en la glándula mamaria y me parece importante recordar que tanto hombres y mujeres tenemos glándula mamaria, y es por esto que, en efectos reales los hombres también pueden presentar esta patología, indiscutiblemente en menor proporción, ya que las hormonas femeninas, más específicamente los estrógenos, son responsables de esta alteración.

El cáncer ¿se puede prevenir?

Definitivamente, el mejor paso en medicina es la prevención. La gran ventaja del cuerpo humano es que no es matemático, eso quiere decir que los factores de riesgo genéticos no son una sentencia, sí, hacen parte de los factores no modificables, pero esto solo es una variable; en efectos prácticos es insuficiente si es la única que está presente.

Lo que más afecta nuestra salud son nuestros hábitos, para bien y para mal. Esto es muy buena noticia porqué quiere decir que los podemos transformar ya que tenemos control al 100% (podemos decidir qué hacer, cómo hacerlo y cuándo hacerlo) en general, los resultados son relativamente rápidos.

Desde mi concepto médico, es necesario garantizar una adecuada respiración celular, en términos menos técnicos, es necesario realizar todos los esfuerzos para ayudar a que el oxígeno que ingresa a nuestro cuerpo llegue a nuestras células, ¡y ojo!… la palabra que estoy usando es “ingresar”, que es diferente a “respirar” y quiero ampliar más este concepto.

La Oxivenación es una excelente técnica para mejorar ese oxígeno intracelular, como su nombre lo enuncia, oxivenar es aplicar oxígeno intravenoso. Esta es una técnica alemana, que permite que a nuestras células les llegue esa dosis adicional de oxígeno que aplicamos y que adicionalmente, le llegue adecuadamente el oxígeno que respiramos; la cual es una excelente opción si estamos hablando de prevenir.

Hacer ejercicio y consumir alimentos que tengan dentro de sus componentes alto contenido de Vitamina C y magnesio también es una manera de lograr este objetivo. La mejor opción son los alimentos verdes. Otro componente que es importante para ayudar a que el oxígeno llegue a nuestras mitocondrias es la Coenzima Q10. La industria cosmética la ha hecho famosa, pero sus efectos más importantes son a nivel mitocondrial, los alimentos ricos en este nutriente son las vísceras como el hígado.

¿Qué hacer si recibes un diagnóstico de cáncer?

Lo primero es aceptar todas las emociones que se despiertan después de un diagnóstico como ese. Se vale tener miedo, rabia, tristeza, todas las emociones son válidas y cada una nos trae una información que es importante conocer y solo lo vamos a entender si nos damos el permiso de vivirlas. Además, es importante mantener la fé, esto también va a pasar, de algo estoy segura, cuando pasé vas a encontrar una nueva versión de ti mismo con la que estarás más cómodo, más identificado y más fortalecido.

Lo segundo es buscar ayuda en todos los aspectos, pero es muy importante la ayuda profesional en este tema. Vas a encontrar mucha información, incluso alguna que se contradice, muchos tendrán opiniones al respecto y todos en pro de ayudar pero a veces, esto resta en vez de sumar.

En mi experiencia clínica con esta enfermedad que es alrededor de 10 años, he concluido que una adecuada sinergía terapéutica entre los tratamientos alternativos y convencionales, genera unos resultados maravillosos; que es posible lograrlos y que, si se hace desde el conocimiento, no son excluyentes.

Estrategias terapéuticas como la Oxivenación, la Megadosis de Vitamina C y la terapia con Ozono, son excelentes opciones para enfrentar esta enfermedad en cualquier momento (antes de realizar una quimio o procedimientos quirúrgicos, durante los tratamientos convencionales o en el momento de estar paliativo), el punto está en entender las dosis, las formas y el momento, para que no exista anulación de los efectos terapéuticos de las quimios y radios.

La estrategia para lograr esta sinergia terapéutica está encaminada en lograr que las células sanas tengan la capacidad de tolerar la medicación sin morir en el intento, mientras que las células tumorales se encuentran debilitadas y sean aún más sensibles a estas intervenciones. Esto por supuesto, acompañado de un esquema nutricional diferente, orientado a desinflamar para que los alimentos también sean una herramienta de sanación.