La vida en la Tierra es el resultado de la combinación de varios gases: el carbono, el nitrógeno y el oxígeno, sin embargo, la vida de los seres más complejos, es decir, aquellos llamados multicelulares es definitivamente oxígeno-dependiente siendo aún más importante en los seres humanos.

Lo curioso de esta información es que la importancia de esta molécula pasa desapercibida ya que la respiración es una función automática. No tenemos que sentarnos a pensar cómo hacerlo pero, en el momento que lo hacemos consciente, empezamos a sentir la diferencia, no en vano múltiples prácticas de autorregulación inician con inspirar.

Soy Juliana Sierra, médica y fundadora de la Clínica Oxivida y en esta oportunidad quiero escribir sobre el Oxígeno, la molécula más importante para la vida en este planeta, tanto en el cielo, la tierra, el aire y el agua porque, si nos ponemos a analizar, incluso los seres acuáticos tienen la capacidad de extraer el oxígeno del agua. Dicho “en carta blanca”, esta molécula es la clave de la vida y de nuestra salud.

OXÍGENO ES IGUAL A ENERGÍA CELULAR.

El cuerpo humano es nuestro medio para existir en el planeta Tierra y es por medio de él que tenemos la posibilidad de pasar por esta experiencia llamada Vida.

Sentimos, nos expresamos, nos conectamos y en general tenemos un espacio en este mundo gracias al cuerpo humano. La sabiduría divina nos regala una máquina perfecta, con capacidad de autorregularse, con una comunicación impecable entre todos sus sistemas.

Nuestro organismo es el mejor ejemplo de trabajo en equipo, y lo logra gracias a la capacidad que tiene de transformar el oxígeno que respiramos en energía celular… ¡si!, tal cuál lo estás leyendo, la combinación entre el oxígeno y los nutrientes que ingerimos se transforma en ATP (Adenosín Trifosfato o Trifosfato de Adenosina) que, para explicarlo más fácil, es la gasolina de nuestras células.

Todas estas reacciones bioquímicas se realizan en la mitocondria, esto significa que el proceso respiratorio tiene dos momentos:

El primero es la respiración externa que es la encargada de llevar el aire hacia nuestro cuerpo y de filtrar el aire para que al final solo llegue oxígeno a nuestros pulmones. Esta función es responsabilidad completa del sistema respiratorio, pero esto solo es el comienzo.

El segundo momento consiste en llevar ese oxígeno a todas nuestras células, hasta la última, y de ahí lograr que entre a la mitocondria y esta organela logre la transformación en ATP; y es eso lo que conocemos como respiración interna y para lograr que esto sea exitoso, se involucran diferentes sistemas, como el cardiovascular (corazón, sangre y vasos sanguíneos) y el digestivo.

Yo sé que suena extraño hablar del sistema digestivo pero es él quien se encarga de absorber las vitaminas y minerales esenciales para varias funciones, por ejemplo, el hierro que es el mineral más importante de la sangre es absorbido en el intestino.

Otro ejemplo es la Vitamina C, que debemos consumir o aplicarnos de manera exógena. Su función más importante es mejorar el ingreso de oxígeno a la mitocondria, y al igual que ocurre con el hierro, se absorbe a nivel intestinal. En realidad todos los nutrientes que se necesitan para garantizar una adecuada respiración interna, se absorben desde el sistema gastrointestinal. Esto es una función adicional a la de absorción de las moléculas grandes, las cuales son las que en conjunto con el oxígeno se transforman en ATP.

¿CÓMO SE DETERIORA EL CUERPO?

La respuesta es muy sencilla: la deficiencia del Oxígeno en nuestras células, tiene como consecuencia una inadecuada respiración interna. El comprender esto más allá de lo académico, ha sido uno de los grandes avances en la medicina, porque a partir de este momento se desarrollan lo que conocemos como técnicas de oxigenación celular.

En mi concepto, la Oxivenación es la técnica más completa, la más fácil de realizar y la más segura. Es una técnica desarrollada en Alemania encaminada a entregarle a nuestras células una dosis de oxígeno adicional al oxígeno inhalado a través de una vena. Esto permite que nuestro cuerpo pueda obtener la materia prima para la producción de energía celular, recuperándonos de adentro hacia afuera, como si nos repararamos desde la esencia.

En la vida cotidiana es importante realizar acciones específicas que mejoren la respiración interna, y la verdad es que son más sencillas de lo que nos podemos imaginar.

Empecemos por el primer paso: hagamos respiraciones conscientes, usemos nuestro diafragma, cuando inhalemos hagamos que nuestras costillas se muevan hacia adelante. Hacer ejercicio también es una excelente manera de lograrlo y realizarlo en la mañana es la mejor opción.

El siguiente paso es consumir los nutrientes adecuados, ya hablamos del hierro que es un mineral fundamental para la producción de sangre, la fuente de estos nutrientes son los animales y los vegetales, biológicamente la mejor absorción es la de origen animal, eso significa que si eres vegetariano o vegano la mejor opción, es suplementarlo. Otros nutrientes que son importantes consumir son todas las formas del complejo B, el ácido fólico, el magnesio, el ácido alfa lipoico y la Vitamina C

FILOSOFANDO UN POCO.

Esta semana tuve una anécdota que quiero compartir con ustedes.

Estuve hablando con el familiar de uno de mis pacientes y me dijo algo que aún resuena en mi corazón: “Doctora, me siento muy feliz de darle a mi madre el regalo de estar acá en Oxivida, la veo feliz y recuperándose paso a paso, su calidad de vida ha cambiado para bien”.

Al escucharlo pensé si ese regalo había sido únicamente para su madre, cuando me lo expresó sonreía, sus ojos estaban llenitos de esperanza y sentí que también había sido un regalo para él. He meditado mucho sobre eso, sobre el valor de una vida con salud, una vida que valga la alegría de vivir… cómo dice el Principito: “Lo esencial es invisible a los ojos”, así como el Oxígeno, no se ve pero se siente.

Definitivamente, una de las mejores cosas que podemos ayudar a construir es una salud que va desde adentro porque tengo la certeza que eso es lo que sabemos hacer en Oxivida: sanar con amor.