La Inflamación y nuestra Alimentación.

La Inflamación de nuestro organismo, tiene unas causas que están implícitas en nuestra vida diaria. Algunos hábitos adquiridos, nuestra propia formación y educación, ciertas ideas o simplemente el desconocimiento, son las principales causas de que nuestro organismo se inflame y desencadene nuestras enfermedades.

Uno de los factores más influyentes en esta inflamación es en definitiva, la Alimentación y en ese orden de ideas el antiguo refrán: “Que tu primer medicamento sean tus alimentos” está en todo lo cierto porque los alimentos están clasificados según su aporte nutricional y según lo que hacen en nuestro cuerpo. ¡Empecemos a conocerlos!

Aquí te explico algunos de ellos y cómo afectan nuestro sistema celular.

La Inflamación y los carbohidratos

Estos alimentos son los encargados de producir la energía a corto plazo. Existen unos carbohidratos necesarios y otros que solo nos inflaman pero producen mucho placer… ¡oh problema!… porque son los que más se consumen. Generalmente relacionamos los carbohidratos con dulce, pero esto es parcialmente verdad ya que, existen alimentos que aunque su sabor sea dulce, en nuestro organismo si se comporta como tal.

Algunos de estos son: el pan, las galletas, las tostadas, los pastelitos, lo que conocemos acá en Antioquia como la parva blanca, Otros alimentos que sí saben a dulce y nos generan inflamación, son las bebidas azucaradas, tales como: las gaseosas, los jugos en caja, los helados, y los jugos naturales… ¡así es!…yo, antes de estudiar medicina, también tuve un tiempo en que pensaba que los jugos eran saludables, pero sucede que no y cada vez entendemos como ese exceso de fruta nos lleva a alteraciones metabólicas y a la inflamación.

La Inflamación y las grasas

uando mecionamos grasas indiscutiblemente nos referimos a los aceites. Estos alimentos son importantes porque gracias a estos podemos realizar varias funciones como: producir energía para largo plazo y la producción de hormonas, que son la materia prima de la cual está hecha la piel de nuestras células.

Como podemos observar los aceites son muy necesarios para el correcto funcionamiento de nuestras células y es por esto que, en nuestro organismo encontramos 3 tipos de grasas: Omega 3, Omega 6 y Omega 9. Es muy importante generar un adecuado equilibrio en el consumo de estos 3 tipos de nutrientes, la desproporción genera inflamación y normalmente se presenta porque hay un exceso en el consumo de los Omegas 6 y Omegas 9. Con estos dos últimos hay que ser mas cautos pues es el que más se puede camuflar, casi todo lo que comemos tiene aceite dentro de su preparación.

Los Omega 6 están el aceite de palma, el aceite de girasol, soya y canola, las margarinas (son las sustancia con textura a mantequilla que se encuentra fuera de las neveras en los supermercados) y por último, en el aceite que se reutiliza y acá me voy a extender porque quiero ampliar más este concepto.

Un aceite se considera reutilizado cuando lo cocinamos en más de una preparación independientemente que este aceite no se haya apagado, el ejemplo mas claro que se me viene a la cabeza, es cuando preparamos buñuelos, los patacones o las papitas a la francesas y freímos una y otra vez en el mismo aceite.

La Inflamación y las proteínas

Su función mas importante es formar la estructura de nuestro cuerpo, nuestros músculos, nuestro ARN (la información de nuestras células) y nuestras enzimas, además de generar una sensación de saciedad por largo tiempo, por lo tanto también generan energía por más tiempo.

Estos nutrientes están presentes en las carnes rojas y blancas, el huevo, los lácteos y las leguminosas (lentejas, frijoles y garbanzos) y algo muy importante es que, en términos generales, el cuerpo humano tiene mayores herramientas para absorber la proteína animal. Hay nutrientes como el Hierro y todo el complejo de la Vitamina B que su mayor fuente son las carnes rojas y tener bajos niveles en estas sustancias nos genera inflamación.

Este dato es muy importante tenerlo presente si hay una dieta vegetariana o vegana, ya que no todos estamos preparados para dar este paso y si, ya estamos en el camino, continuar lo de la mejor forma posible para evitar inflamaciones en nuestro cuerpo.

Leer la tabla nutricional de los alimentos que vamos a consumir es un hábito saludable, ya que para que un alimento en realidad tenga un aporte adecuado de proteína en nuestra dieta debe tener como mínimo 8 gramos de proteína por porción, esto es útil para los alimentos como los lácteos que vienen empacados, ya que en el mercado encontramos múltiples ofertas económicas, y es necesario realizar un balance entre precio vs aporte real en la alimentación.

Dentro de este grupo encontramos una oferta que en realidad nos produce inflamación y placer, pero nada o casi nada en valor nutricional. Estos son:

Embutidos: como salchicas, mortadelas o jamón ya que estos productos están acompañados por mucha sal y por varios conservantes que son altamente inflamatorios.

Lácteos: hay mucha polémica con este alimento. Sé que somos mamíferos, que necesitamos aporte de calcio y que muchos de nuestros abuelos crecieron comiendo pan blanco y tomando leche de vaca, sin embargo la industrialización a gran escala de estos alimentos, generó que este se convirtiera en fuentes altamente inflamatorias.

Como han podido leer, son muchos los alimentos y los hábitos que adquirimos al consumirlos. Se trata de conocer y ser conscientes de los ajustes y pequeños cambios que debemos hacer para cuidar nuestro organismo y nuestra función celular.

Si tiene más dudas, escríbannos para poderlos ayudar a sanar de aquellas enfermedades que “estan ahí” pero que no logramos con certeza, saber a qué se deben y que muchas veces, le medicina tradicional no logra esclarecer.