Inflamación de nuestro organismo, causas y síntomas.
Cuando escuchamos la palabra inflamación lo primero que se nos vienen a la mente es enrojecimiento, hinchazón y dolor, esto es son los síntomas de una inflamación aguda, pero, hay otra clase de inflamación que no es tan evidente, pero es importante conocerla ya que es la responsable de nuestro deterioro progresivo y es el principio de todas las enfermedades, esta es la inflamación crónica.
La inflamación celular.
Todo empieza por una célula inflamada. Si, así es… una célula que si la pudiéramos ver la observaríamos como una pelota grande, llena de agua, como “a punto de estallar”.
Eso es un problema, ya que esta célula se vuelve lenta y no logra realizar las funciones para las que está programada. Esa característica se transfiere al resto de células que la acompañan, para nuestros ojos esto es imperceptible sin embargo, se siente, y estas sensaciones pueden ser localizadas o en muchas ocasiones son sensaciones generalizadas, que no las podemos encasillar con algo, mas bien es la sumatoria de muchos síntomas, incluso de diferentes sistemas que aparentemente no tienen mucha relación entre ellos. En general, es como una sensación de desgaste desde todos los ángulos, gradual pero cada vez más evidente.
¿Qué ocasiona que mi organismo se inflame?
Cuando el organismo se inflama, nuestro cuerpo se siente diferente. Por ejemplo, se siente agotado, ya no estamos al 100% y no logramos entender que pasa. Hay una sensación importante de fatiga, el sueño se altera ya no es reparador, hay afectación en el sueño con dificultad para dormir. Levantarse entre las 11:00pm y las 3:00 am es una características de esta condición.
También hay pérdida de la memoria, dolores musculares o articulares que migran, cambios en el estado de ánimo (lo más común es la irritabilidad), muchas veces se presentan alteraciones digestivas con la sensación de estar lleno o pesado, con unas evacuaciones intestinales que no generan sensación de descanso, dolores abdominales que no ceden e incluso intolerancia a algunos alimentos.
Otros síntomas que son señales que nos alertan.
Además de los síntomas ya mencionados, hay otros más evidentes que nos alertan acerca de la inflamación de nuestras células y de nuestro organismo.
La presencia de infecciones de cualquier sistema es una de ellas. Pueden ser enfermedades respiratorias, urinarias y hasta de la piel. De pronto, empezamos a notar ciertos cambios en la textura y el aspecto de nuestra piel empieza a verse cansada, agotada y a veces con algunas afecciones visibles.
Un problema crónico.
En términos generales, es una sensación de estar enfermo, hasta ahí digamos que todo parece regular o más bien “normal” pero el problema, empieza cuando consultamos por esta condición y no hay un diagnóstico certero. Este es el primer indicador que nuestro organismo está inflamado no enfermo, pero como no hay una patología evidente, tampoco hay plan de trabajo para enfrentar esta condición por lo menos desde los métodos tradicionales.
Una de las preguntas más frecuentes es acerca de cómo llegamos a estar con una inflamación crónica y para esto, quiero compartirles algo demasiado importante. Todo lo que hagamos en nuestro cuerpo trae unas consecuencias y estas consecuencias las vamos a sentir en el corto mediano o largo plazo. Me parece importante tenerlo presente porque los hábitos que estemos construyendo hoy, van a dar fruto en cualquier momento y probablemente las alteraciones de salud que hoy sentimos son el resultado de los abusos del pasado.
Hábitos que alteran nuestra salud.
Hay muchos hábitos que alteran nuestra salud, pero el más importante de todos en mi opinión es el de la respiración. Respirar es una función vital pero paradójicamente una de las alteraciones más frecuentes es una mala técnica respiratoria que se suma a la contaminación y/o polución, y como si fuera poco a malos hábitos por elección propia como por ejemplo, fumar que ya sea activa o pasivamente, ya que ambas alteran nuestra salud a nivel pulmonar y extra pulmonar.
El segundo más importante es la alimentación ya que indiscutiblemente en la nutrición y la respiración están las claves de la vida. Los alimentos altos en azúcar o alimentos que se comporten como azúcar en nuestro cuerpo aunque su sabor no sea propiamente dulce como el pan, las galletas las tostadas, los pastelitos o las tortas por ejemplo, son alimentos que nos inflaman, al igual que las grasas. En este grupo entran el aceite de palma, canola, girasol y soya ya que son grasas que favorecen la inflamación.
El tercer hábito que inflama nuestro organismo es la ausencia o falta de sueño, uno de los hábitos en los cuales nuestra evolución como raza humana aún no se ha adaptado pero para conocer más sobre la importancia pero de dormir mejor para vivir mejor.
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Y por último pero no menos importante, es el sedentarismo pero de esto hablaremos más adelante. Los invito a conocer nuestras terapias de oxigenación celular y otras terapias complementarias que los ayudarán a desinflamar su organismo y a sanar de enfermedades que derivan de esto.